EL PARQUE DE BENICALAP SEÑA DE IDENTIDAD DEL BARRIO

PARQUE DE BENICALAP

 

El parque de Benicalap, considerado el primer jardín urbano de la democracia en Valencia (80.000 m2 , aunque todavía pendiente de una ampliación que duplicaría su superficie y que se demora ya 25 años.), tiene ya 38 años. Construido por el gobierno de coalición del socialista Ricard Pérez Casado e inaugurado en abril de 1983, el parque de Benicalap se convirtió en un referente de ocio y esparcimiento para los valencianos. Los Jardines de Viveros eran, hasta entonces, el único gran espacio verde de la ciudad. pendiente de una ampliación que duplicaría su superficie y que se demora ya 25 años.

Al inicio de la democracia los ayuntamiento intentaban dar respuesta a la creciente demanda social de espacios públicos y mejoras ambientales en las ciudades. El parque de Benicalap, concebido como un pulmón verde al norte de la ciudad, se construyó en apenas cuatro años, aunque el proyecto se empezó a fraguar en los años 70 cuando el consistorio adquirió los terrenos de la antigua Estación de Horticultura del Ministerio de Agricultura.

En la Valencia de principios de los años 80 donde casi todo estaba por hacer, los vecinos de Benicalap y Ciutat Fallera reclamaban zonas deportivas, culturales y espacios verdes. Durante la etapa del último alcalde franquista de Valencia, Miguel Ramón Izquierdo, se presentó la primera propuesta de jardín, que fue rechazada de plano por los vecinos por su excesiva simpleza.

El proyecto tuvo que esperar hasta 1983 para ver la luz. Lo hizo durante el primer gobierno de Ricard Pérez Casado, con Carmen Arjona (PC) al frente de la Concejalía de Parques y Jardines. Fue un proyecto “asambleario” y muy hablado con los vecinos, hasta el extremo que los trabajadores que se contrataron fueron todos gente del barrio con lo que no sólo se generó empleo sino que también se consiguió que la gente sintiera el jardín como algo suyo y lo respetase.

El parque se inauguró en plena precampaña y se convirtió en uno de los espacios más populares de toda la ciudad. Su éxito de público superó todas las expectativas. La piscina del parque de inspiración tropical fue una locura y hubo que establecer turnos de mañana y tarde para que todo el mundo pudiera ir. Entonces sólo funcionaban la Piscina Valencia y la del balneario de las Arenas.

Según Carmen Arjona, el parque fue un reto porque se puso en marcha en una época en la que el ayuntamiento no tenía dinero. La falta de recursos económicos se compensó con imaginación. En el jardín se instalaron los primeros juegos infantiles de madera de la ciudad. Los juegos se diseñaban entonces en Francia pero el ayuntamiento contactó con una empresa valenciana que los desarrolló a partir de folletos publicitarios.

Ideas de bajo coste como construir un gran tobogán de obra dura fueron un éxito rotundo, así como la famosa “cabaña de Tarzán”, hoy en desuso.  Siguen funcionando, además de la piscina y las canchas deportivas. El anfiteatro se utiliza aunque menos que en los inicios.

El parque de Benicalap costó 424 millones de pesetas, unos 2,5 millones de euros, menos de lo que ha pagado el actual ayuntamiento por expropiar una de las alquerías de los terrenos de la ampliación.

La remodelación del Parque de Benicalap en 2017 supuso una inversión de 209.700, 30 euros. Entre las acciones incluidas en la intervención, se repararon las fuentes ornamentales ‘Moruno’, ‘Cortina’ y ‘Cascada’, que llevaban años sin funcionar. Además, se realizó la reposición de las redes de iluminación y de riego, instalación de mesas de pícnic y nuevos bancos -ya que los que había no estaban en uso- y reposición de arbolado y plantas.

Asignaturas pendientes:

La ampliación del Parque de Benicalap comprende 80.000 metros cuadrados. El ayuntamiento ha expropiado la mayor parte de los terrenos —faltan unos 30.000 metros cuadrados— así como las alquerías protegidas incluidas en el ámbito por las que se han pagado sumas millonarias y que están en situación muy precaria. Son el Casino del Americano, adquirido por el ayuntamiento por 3,5 millones de euros, la alquería de la Torre —incluida en la permuta con el Valencia CF— y la alquería del Moro, también propiedad municipal y destinada como el resto a dotación pública para el barrio. El programa electoral del PP de 2007, todavía en época de vacas gordas, fijaba como actuación prioritaria acabar el parque de Benicalap. La ampliación no llegó entonces y el PP la dejó caer en su programa electoral de 2011, ya en plena crisis económica.

FUENTE: LEVANTE-Mercantil Valenciano.

https://www.eysmunicipales.es/actualidad/comienzan-las-obras-de-un-bosquete-sostenible-de-mas-de-5-200-m-en-benicalap

https://disenarparalavida.com/growgreen-valencia/

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